domingo, 2 de septiembre de 2018

TRADICIONES

El estado de Guerrero, su nombre se debe al héroe de la Independencia de México, Don Vicente Guerrero Saldaña, originario de la ciudad de Tixtla de Guerrero. La entidad se ubica en la parte sur de la república mexicana, sobre las márgenes del Océano Pacífico, entre los 16° 18´ y 180° 48´. La superficie territorial del Estado es de 64,281 Km2, que apenas corresponde al 3.3 % de la superficie del territorio nacional; ocupa el decimo cuarto lugar con relación a la extensión de los demás estados del país. Limita al Norte con los estados de México y Morelos, al Noroeste con el estado de Michoacán, al Noreste con el estado de Puebla, al Este con el estado de Oaxaca y al Sur con el Océano Pacífico.
De acuerdo a sus características económicas, sociales y geográficas, se encuentra dividido en 81 municipios, integrados en siete regiones: la Montaña, Zona Centro, Acapulco, Zona Norte, Costa Grande, Costa Chica y Tierra Caliente.
Por su composición étnico-social, su desarrollo histórico–cultural, y por la situación económica en que viven sus habitantes, durante el ciclo anual, llevan a cabo una serie de fiestas que cobran características muy particulares dependiendo del pueblo, comunidad, región o grupo que las realiza.
A saber la composición social del Estado está integrada por los grupos Nahuas, Na saavi (mixtecos) Me´phaa (tlapanecos), Nan cue ñomdaa (amuzgos), Afromestizos y Mestizos. Cada uno de estos grupos culturalmente se expresan de diferente manera, de acuerdo a su cosmovisión, a su forma de pensar y de ser; esta multiplicidad expresiva mediante símbolos, significados y formas organizativas, se reflejan en cada una de sus festividades que comunitariamente llevan a cabo en las fechas que ellos han elegido desde tiempos inmemoriales por costumbre y tradición, para celebrar su fiesta principal, así como otras festividades relacionadas con su ciclo anual de vida.
Cada pueblo, comunidad o ciudad un día del año lo consagran para festejar un determinado “santo” o “virgen”, que ha manera popular llaman “el santo patrón” o “la patrona del pueblo”. Esta veneración está influenciada por el proceso de colonización y cristianización que se generó durante la conquista de los pueblos originarios por los españoles o europeos. Una de las consecuencias del encuentro de estos dos mundos, de estas dos culturas, fue la imposición de imágenes de santos y vírgenes de tés blanca, barbados, vestidos al estilo europeo y rasgos físicos finos que desplazaron a los tótems hechos de piedra, o las figuras finamente labradas con piedra de obsidiana que fungían como dioses o deidades que los pueblos originarios los reconocían como sagrados, los cuales antes de la llegada de los españoles les rendían pleitesía venerándolos con grandes fiestas en donde organizaban festines con la participación de los gobernantes, sacerdotes y pueblo en general.

Mayordimías
Los mayordomos son elegidos en asamblea comunitaria en donde participan las autoridades municipales, comisarios, comisariado, presidente municipal y los principales o ancianos. Los mayordomos son los responsables de organizar la fiesta y duran en el cargo un año. El mayordomo deber ser una persona con solvencia económica, respetable y responsable dentro de la comunidad y sobre todo conocedor de las costumbres del pueblo. Dentro de sus actividades están: invitar al rezandero y rezandera para realizar los rezos durante nueve días (la novena); invitar a las danzas tradicionales y la banda de música para que participen, y el día de la fiesta atenderlos dándoles bebida y comida; el día de la fiesta, recibir a las hermandades y peregrinos que llegan de otras comunidades a visitar al “santo” festejado, dándoles comida y bebida; atiende a los danzantes y músicos que vienen de otras comunidades para venerar al “santo patrón”, compra los cohetes, las flores y las velas que utilizaran en la fiesta; además de recabar la cooperación de los habitantes de la comunidad (dinero o en especies) que también se utiliza para los gastos de la fiesta; al finalizar su encargo el mayordomo junto con sus ayudantes rinden un informe de los pormenores de la fiesta y los gastos realizados.

Las Hermandades
En las comunidades se organizan grupos de gentes en torno a un santo que consideran su santo patrón o virgen patrona del pueblo. Dependiendo del nombre del santo es el nombre que le dan a su hermandad, por ejemplo: la hermandad de “Santiago apóstol”, la hermandad de “san Nicolás”, la hermandad de la “virgen de Guadalupe”, la hermandad de “santo entierro”, etcétera. Estas hermandades aparte de rendirle culto al santo o virgen en sus comunidades, cuando es la fiesta de algún pueblo vecino asisten encabezando el contingente comunitario. Las hermandades van acompañadas de las autoridades municipales y tradicionales del pueblo. La hermandad se identifica por el pendón o bandera que porta algún miembro, también llevan la cuelga para el santo festejado que puede ser dinero, animales vivos y una ensarta de velas y flores que presentan en el altar de la iglesia. El contingente visitante también se hace acompañar de la banda de música y las danzas tradicionales. Por costumbre comunitaria las hermandades son recibidas y/o encontradas a la entrada de la comunidad por las autoridades del pueblo visitado, los principales y mayordomos, además de la banda de música.

Topiles, Diputados o Mayos
Dentro de la estructura social comunitaria de las comunidades indígenas aparecen los topiles, así se les conoce entre los nahuas, también les llaman diputados; entre los tlapanecos se les reconoce como mayos. Dentro de la escala social este es el cargo más bajo, es el encargo primigenio que todo individuo tiene que desempeñar antes de aspirar a otro cargo. Los topiles, mayos o diputados son los ayudantes de los mayordomos y los fiscales. Dentro de sus funciones están: acarrear el agua, cortar la leña, citar a la gente para que asistan a las asambleas, llevar las invitaciones a las comunidades vecinas para que asistan a la fiesta, tocar las campanas de la iglesia, apoyar en la elaboración y reparto de la comida, acarrear la flor, tronar los cohetes, atender a la gente durante la fiesta. Literalmente por las funciones y servicio que realizan son “los mandaderos” del mayordomo y de los fiscales. Dependiendo del buen servicio que hagan, la comunidad les otorga otro cargo más alto después que dejan de ser topiles, diputados o mayos.

Padrinos y Madrinas
Dentro del ciclo festivo anual generalmente hay dos o tres santos que son los principales del pueblo, a estas imágenes para sus celebraciones se eligen mayordomos; otras imágenes que la celebración es menor pero que se asocia a las festividades, se les nombran padrinos según el caso. A los santos hombres se les eligen padrinos y a las “vírgenes” madrinas. La función de los padrinos y madrinas son llevar velas y flores a las imágenes, comprar y echar los cohetes, hacer la corrida para la gente del pueblo, cambiar y/o lavar la ropa de la imagen festejada, etcétera. Hay padrinos y madrinas que son vitalicios o el cargo lo van transfiriendo de entre los mismos miembros de la familia, sin embargo hay otros que se cambian cada año.

Ceremonias Comunitarias y Sitios Sagrados
En la sociedad actual se considera a los pueblos indígenas como pueblos sin religiones, tan es así que cuando realizan sus ceremonias religiosas se le llama actos rituales, expresión que está más relacionada con la brujería, los conjuros, el satanismo, etc. en realidad no es así, son pueblos mucho más religiosos que los occidentales modernos o la sociedad mestiza actual; pues siempre han contado con sus dioses y con sistemas propios a quienes se les deposita toda la espiritualidad en un mundo de poderes mas fuertes que el ser humano, de los cuales se les otorga capacidades especiales cuyas fuerzas determinan sus cualidades por encima del ser humano.
Bajo ningún precepto los pueblos indígenas realizan rituales; mantienen y desarrollan religiones, porque son pueblos no comunidades, tienen idiomas no dialectos, poseen arte no artesanías. Es por ello que le dan un valor comunicativo y de intima relación con los fenómenos naturales, fuente fundamental de donde provienen sus dioses, de los cuales les corresponde la creación del cielo, sol, luna, viento, agua, fuego, día y noche, maíz como alimento, enfermedades, muerte, de entre otros aspecto naturales.
Hace siglos a sus dioses les ofrendaban doncellas, en sitios y lugares destinados para ello, prisioneros de guerra, esclavos, o personas escogidas por su nacimiento, a quienes se les extirpaban sus corazones para ofrendar al creador, con acompañamiento de bailes, cantos, ayunos, música, abstinencia sexual, así como el uso de vegetales alucinógenos, bebidas fermentadas, tabaco silvestre, comidas especiales, flores y hojas aromáticas, incienso, minerales. Actualmente sólo se sacrifican animales domésticos para ofrendar a los dioses como ganado bovino, cerdo, borrego, chivo, aves, y se hacen acompañar de grandes cantidades de flores, plantas y hojas silvestres, incienso, comida, velas, ocote; esta actividad religiosa es realizada por el mezo o un grupo de mezos (término que se conserva por el mundo mesoamericano); en donde el mezo es el sacerdote, el que guía, predice conflictos y enfermedades y orienta soluciones, conocidos comúnmente en la actualidad como curanderos, pedidores, embajadores, adivinadores, cantores, principales, parteros, etc.
La actividad humana en la tierra está estrechamente relacionada con los acontecimientos naturales, para lo cual se tienen que cumplir mediante un calendario preciso a través del ciclo agrícola de donde los pueblos indígenas se orientan para realizar diversas ceremonias y festejar a sus dioses, desarrollan así una diversidad de concepciones filosóficas politeístas ultra terrenal y el culto a los muertos; pues en el mundo de los pueblos indígenas el universo y la tierra son elementos fundamentales para el desarrollo de la espiritualidad, constituyen el conjunto de significado mágico-religiosos, que está fuertemente vinculado con el ser, son elementos sobrehumanos que dependen de su existencia.
Por tal razón, las cuevas, grutas, abrigos rocosos, manantiales, cima de cerros, cruce de caminos, de entre otros, son lugares y sitios que tienen diversos usos y significados, son espacios donde desarrollan, practican y hacen florecer su religión, debido a que no hay actividad humana que no tenga relación espiritual con los dioses de la tierra y del universo.
Por consiguiente las sociedades mesoamericanas alcanzaron el alto grado de civilizaciones al poseer conocimiento e interpretación profunda del mundo terrenal, como también del universo, con base en ello, desarrollaron características comunes que definían cada pueblo y región. De entre estos ejemplos sobre sale el uso preciso de sus calendarios religiosos; en el mundo mesoamericano a pesar de la enorme diversidad cultural alcanzó un grado de relativa homogeneidad en el uso, que contenía 260 días, y servía principalmente al ciclo anual agrícola, del cual se fundamenta la relación del ser con los astros; contiene las fechas y los tiempos de realización del culto de los dioses y en donde refleja la medición del tiempo, no solo para saber que día se tiene que cultivar, cosechar, cortar ciertos árboles, si no que señala el tiempo exacto de observación del movimiento de los astros, con ello, los pueblos indígenas pudieron proyectarse hacia el futuro, a través del uso de la adivinación, como recurso indispensable para conocer el destino de los hombres.
Con la conquista española, la visión mágico, religiosa y civilizatorio de los pueblos indígenas se truncó, dando lugar a una nueva creencia religiosa, la cristiana. Desde entonces las religiones mesoamericanas se tipificaron como actos rituales de brujerías, hechicerías, idolatrías, fetichismos, etc. nunca se respetaron como religiones iguales, incluso se les calificó de pueblos sin religión, bárbaros y primitivos.
En sus calendarios tenían bien definidos los tiempos de cada una de las actividades, en el festejo de sus dioses, de los cuales tenemos como ejemplos actuales, cuando suben a la cima de los cerros, manantiales, cuevas, a realizar ceremonias de pedido de lluvia cada 24 y 25 de abril, pues esta práctica no es más que la conservación de su religión, que han venido preservando durante siglos, en su lugar la religión cristiana le llamó “san Marcos”, no suprimió la celebración cambió de nombre a quien celebrarle, de igual manera el contenido religioso e ideológico. El 2 de febrero fecha en que se selecciona la semilla para la siembra del siguiente temporal en el numbaa me’phaa (mundo tlapaneco) se celebra ndxaa tsingoo (celebración del dios de la semilla); después de cada cosecha los pueblos indígenas seleccionan la semilla y la guardan para ser utilizada cuando llegue la temporada de siembra, esta fecha la religión cristiana la nombró fiesta de la Candelaria. El 15 de mayo se bendicen las semillas de las nuevas siembras, yuntas y herramientas para el campo, en esta fecha se conoce como la fiesta de san Isidro labrador; el 14 de septiembre al comienzo de los primeros jilotes se recibe con fiesta, porque es el sustento de la vida del ser, conocido ampliamente como Xilocruz, o la fiesta de los primero elotes. El 29 de septiembre se realiza la ceremonia de bendición de la nueva producción de la temporada, en su lugar hoy conocido como la fiesta de san Miguel arcángel; el 31 de octubre 1 y 2 de noviembre se realiza la ceremonia de las flores o fiesta de las flores, conocido actualmente como todos santos o día de muertos. Los día 6 y 7 de diciembre días en que se celebra la cosecha de todo lo que se juntó durante la temporada se celebra la Concepción; así muchas otras fechas o celebraciones precisadas en el calendario de los pueblos indígenas hoy forman parte de la estructura del calendario agrícola de los pueblos mesoamericanos.
Correspondencias
Es el sistema que actualmente aún persiste entre las comunidades y pueblos del estado de Guerrero. Las correspondencias son un mecanismo de visitas reciprocas entre las comunidades que funcionan como hermanamiento y unidad comunitaria.
Las visitas reciprocas también las llaman “ganar brazo”; esto quiere decir que la comunidad visitada tiene que corresponder de la misma manera con el pueblo que la visita el día de la fiesta. Algunas comunidades con antelación antes de la fiesta mandan invitaciones a las comunidades circunvecinas para que asistan y participen en la festividad comunitaria.
Las correspondencias también funcionan para los barrios. Durante sus fiestas se llevan a cabo “el encuentro de los barrios”. Los mayordomos de cada barrio en las ciudades (caso Chilpancingo) visitan al barrio que festeja su “santo patrón”, llevándole “la cuelga” además de música y danzas tradicionales.

Mayordomos de Corral o de Ponche
En algunas comunidades dentro de la organización festiva también nombran mayordomos de “corral” o “toreada”. La función de estos es preparar “el ponche”, bebida embriagante que se distribuye entre los espectadores del jaripeo.
Algunos aparte de preparar las bebidas, invitan a un grupo de señoritas que fungen como las madrinas, quienes compran los regalos para obsequiarlos a los montadores que no caigan del lomo del toro.

Los Patronatos
Esta figura organizativa es nombrada directamente por las autoridades municipales y funciona para las ferias comerciales. Estos se encargan de organizar todas las actividades que implica la feria, máxime que en estos eventos entra una gran cantidad de recursos económicos que son el fin y el motivo de las ferias comerciales.

Las Cofradías
No en todas las comunidades funciona el mecanismo de las cofradías. En aquellas en donde se aplica se le conoce como “el banco de los santos” pues estas consisten en un fondo económico destinado para la realización de la fiesta del santo patrón. Cada año cuando se hace el cambio de la mayordomía, al mayordomo entrante se le hace entrega de la cofradía. Durante el año antes de que llegue la fiesta, el mayordomo tiene la obligación de poner en circulación el dinero de la cofradía, con la finalidad de que aumente el monto. El compromiso del mayordomo es que al entregar la mayordomía debe entregar la cofradía aumentada, obviamente que de ahí tiene que agarrar para los gastos de la fiesta, sin embargo tiene que entregar una cofradía con “ganancia”.

Danzas
Las danzas son grupos comunitarios importantes que le dan vistosidad y colorido a las fiestas tradicionales o patronales, así como los rituales de petición de lluvias, fúnebres y de día de muertos. Debemos señalar que las danzas en el caso de Guerrero las encontramos con ciertas particularidades de acuerdo a las regiones o micro-regiones culturales en que se ha dividido el estado de Guerrero. Por ejemplo la región Centro se bailan danzas como Los tlacololeros, danza ritual propiciatoria de la lluvia, los maromeros y los zoyacapoteros; otras danzas no rituales son los ocho locos, los manueles, diablos, pescados o nitos, la corona, machos, chivos, zopilotes entre otras.
En la región de la Montaña durante las festividades patronales participan danzas de los 12 pares de Francia, tigre tlaminque, vaqueros, macho mula, tigres, chareos y tecuanes. En la región de la Costa Chica con asentamiento indígena y afromestizo bailan las danzas de conquista, apaches, diablos, tortuga, y en día de muertos danzan los diablos en el caso concreto del municipio de Cuajinicuilapa.
Tecuanes, retos, tres potencias y pastoras son algunas de las que participan en las festividades de la región Norte; y en la Tierra Caliente que es una de las regiones donde las danzas se están extinguiendo se pueden observar los moros, pastoras; y en algunas partes las llamadas mojigangas que son personajes chuscos que salen del contexto dancístico.
En la Costa Grande dentro de este aspecto dancístico podemos encontrar el Cortés, el macho, en el municipio de Atoyac de Álvarez y en Tecpan la Topa del toro.
La problemática que enfrentan las danzas es su extinción paulatina, esto se debe a fenómenos como la migración de los jóvenes a las ciudades o a otros estados de la república e incluso fuera del país. La falta de maestros que las enseñen ya que muchas de las veces son ellos quienes saben la música y la interpretan o en ocasiones elaboran las máscaras y el diseño del vestuario, pero al fallecer se pierde el conocimiento y la tradición para seguir bailando la danza.
La Música
La música guerrerense es producto de la interculturalidad o intercambios culturales que se generaron por la arriería, las necesidades del comercio, que dio origen a géneros musicales que aún existen y son preservados.
La música es un elemento esencial en las fiestas, comúnmente se dice que una fiesta sin música no es fiesta, basta con recorrer el ancho territorio guerrerense para encontrar en cada fiesta tradicional o en algún otro evento un sin número de géneros musicales; cada región se caracteriza por tener géneros que son propios.
En la mayoría de las regiones y de las celebraciones o fiestas las bandas de música de viento, conocidas también como chile frito o filarmónicas no pueden hacer falta; la población guerrerense es alegre, por sus venas, corren los diferentes ritmos que genera cada instrumento, las bandas de música participan en las mañanitas, las bodas, los rituales agrícolas, las danzas, cumpleaños, fiestas de veneración a los santos, cambio de autoridades, celebraciones oficiales, actos políticos etc., en fin la banda de música es el alma del pueblo y forma parte de la vida comunitaria, el pueblo que no tiene banda de música, es un pueblo muerto, triste y abandonado.
En la Costa Chica, se ejecutan y bailan sones de artesa, chilenas, corridos y música fúnebre; en las fiestas principalmente la gente baila las chilenas, que son interpretadas por las bandas de música de viento, los conjuntos musicales, los músicos tradicionales; la región se caracteriza por su población fiestera, alegre y por su preservación de los géneros musicales que ahí se ejecutan y bailan.
La Montaña concentra la mayor parte de las bandas de música de viento, tlapanecas, nahuas, mixtecas y mestizas, sus géneros varían según cada grupo indígenas; predominan las marchas, los valses, la música ritual, las cumbias; sin embargo, estas bandas de música sustituyeron a los grupos de música tradicional de cuerdas, que se ejecuta con violines, guitarras y contrabajo, que hoy en día aún es posible encontrarlos en toda la región de la Montaña, participan en las fiestas comunitarias, en las bodas, en la quemas de velas, quema de leña, en las fiestas patronales, ceremonias, rituales o peticiones, en espacios sagrados y en cumpleaños. Pos su parte las bandas de música también están siendo desplazadas por el auge de grupos musicales que interpretan música comercial y de la región, al que le adhieren ritmos e instrumentos diferentes, tales como el órgano, acordeón, bajos, batería y que son de gran aceptación principalmente en la juventud, sin embargo los rescatable y de gran valor es que la letra musical es interpretada en su propia lengua.
En la región centro, en las fiestas tradicionales predominan las bandas de música de viento, los grupos musicales y los “sonidos”, los géneros que se tocan son las chilenas, cumbias, rancheras, la música fúnebre, valses, entre otros. En Tixtla de Guerrero, predomina y se preserva el “son de tarima”, en los fandangos, cumpleaños, fiestas de los barrios, se coloca la tarima y al ritmo de las vihuelas, arpa y cajón de tapeo los pobladores con vestimenta tradicional o de calle ejecuten los pasos y zapateados que caracteriza este género.
Por su parte la Tierra Caliente, se distingue por los géneros musicales como: los sones, sones de tabla, gustos, pasos dobles, jarabes, fúnebres que son interpretados por los grupos tradicionales, con guitarra, bajo sexto, violín y la tamborita. Sin embargo también encontramos grupo musicales que amenizan bailes populares en las fiestas patronales, interpretando música comercial y en menor escala en la región encontramos las bandas de música de viento.
La Ofrenda o Cuelga
La diversidad cultural del estado de Guerrero se sustenta en un sinnúmero de costumbres y tradiciones amalgamadas o interrelacionadas unas con otras. De entre los estados que integran la república mexicana, por la riqueza cultural guerrerense hace que sea considerado como un estado pluriétnico y multicultural.
Uno de los elementos con una carga cultural importante son las fiestas tradicionales y/o religiosas, que en las comunidades, pueblos y ciudades la gente año con año organiza, en honor a su santo religioso que es considerado como “patrón del pueblo” o la “patrona del pueblo”, según el caso si es hombre o mujer.
Dentro de los aspectos característicos e indispensables manifiestos en las celebraciones de las fiestas, destacan por la carga simbólica que representan las denominadas: ofrendas, cuelgas, o conocidas también en lengua náhuatl como el “huentli”. De acuerdo a la región que ubiquemos este elemento, tiene diferente denominación según los componentes que hacen al ofrecer al santo o virgen festejado (a), así también se le puede llamar: presente, promesa, llevada de las velas y flores, ramillete, metida de la flor, llevar la cera o las flores, acarreo de la cera, masúchiles, de entre otros nombres. Generalmente todo lo que ofrecen los feligreses al santo patrón, refleja la fe, el agradecimiento por alguna petición, favor o milagro concedido o por conceder.
La composición de las ofrendas o cuelgas tienen variaciones de acuerdo al lugar y el grupo étnico que los ofrece, incluso se reflejan las condiciones económicas de estos. Así pueden ser velas o cirios colgados de una vara o palo, adornados con flor de cempasúchil, algunos otros elementos de esta cuelga son: botellas de vino de consagrar, ostias de harina, incienso o copal, cohetes y dinero (limosna).
En algunos lugares el “huentli” se compone de velas, flores, diferentes frutas de la temporada y comida integrada por guisos o platillos que solo para esas fechas se elaboran, por ejemplo: el pozole blanco, mole rojo o verde, tamales nejos, caldo rojo de res, mezcal u otra bebida fermentada propia de la región como el aguardiente, “el chilote”, “el ponche”, “la tuba”, entre otras bebidas. La ostentabilidad de las ofrendas depende de las condiciones económicas de los mayordomos, los padrinos, las hermandades o la gente que hace el ofrecimiento.
De entre la floristería mas usada en las ofrendas y de acuerdo a la temporada destacan: el cempasúchil, clavellinas, alcatraces, pericón, terciopelo, rosas, cacalosúchitl o conocidas también como tlapalito, flor de joverito, texcalco, san Antonio y flor de mayo, o flores que llegan de otros estados como: gladiolas, nardos, polar, nube, de entre otras.
La entrega de la ofrenda o huentli, se puede realizar en dos momentos, algunas comunidades lo entregan el día de la víspera del santo o virgen festejado (a), en algunos otros lugares que son la mayoría lo hacen el mero día del festejo. El lugar de reunión de la gente puede ser el domicilio particular del mayordomo o el padrino de donde parten hacia la iglesia para hacer la entrega correspondiente.
En las comunidades la invitación general se hace a través de los altoparlantes solicitando la participación voluntaria de los feligreses gustosos de acompañar.
Cuando se han congregado las personas da inicio el peregrinar por las calles llevando la cuelga o huentli, hasta llegar a la iglesia o capilla que puede ser dentro de la misma comunidad o asisten a otra comunidad en donde son invitados. Por la lejanía el traslado se hace en automóvil y en la entrada del pueblo se organiza el contingente para dirigirse hacia la iglesia del pueblo visitado.
Las peregrinaciones, tradicionalmente son recibidas por los mayordomos del santo festejado, las autoridades municipales acompañados de la banda de música de viento y alguna danza tradicional, en el trayecto se truenan cohetes de vara y beben mezcal u otra bebida que han preparado para la celebración.
Las ofrendas, cuelgas o huentli en términos religiosos significan agradecimiento, felicitación al santo festejado, pero socialmente reproduce y fortalece las relaciones de hermanamiento y unidad comunitaria. El mecanismo de las visitas recíprocas entre las comunidades, pueblos, barrios y colonias, tienen su fundamento en estas ofrendas o huentli, ya que los feligreses que llegan de fuera y que han sido invitados previamente, tienen que cumplir con el ritual del ofertorio para “felicitar” a la imagen festejada.
Rezos y Cantos
Dentro de la estructura social que interviene en la organización de las celebraciones, destaca el papel de los mezos, rezanderos o cantores tradicionales en cada una de las diferentes ceremonias y rituales (día de muertos, peticiones de lluvia, sepelios, casamientos, mayordomías, cambio de comisario, ofrendas y levantada de la cruz). Los rezanderos son personajes comunitarios especiales que en ocasiones realizan las plegarias en su lengua materna, utilizando diversas plantas, velas encendidas, huevos, sahumerios, copal, mezcal, rosarios, santos y ofrendan animales cuando se trata de realizar peticiones de lluvias en lugares sagrados; en el caso de la zona tlapaneca acompañan en la celebración de las misas, también participan en las fiestas principales como la de san Marcos y de san Isidro labrador, ligadas a los rituales agrícolas, y la fiesta de día de muertos.
Entre los amuzgos destacan los acompañamientos de los cantores durante los sepelios y las misas tradicionales de semana santa o algún otro festejo religioso en la comunidad. Con relación a los mixtecos los rezanderos tradicionales participan en los sepelios, fiestas religiosas y días de muertos, ritos en el temascal, pedimento de la novia, cambio de mayordomos y en los rituales de peticiones de lluvia. En otras regiones (Norte, Centro, Tierra Caliente, Costa Grande y Costa Chica) estos personajes, participan en las celebridades religiosas, cambio de mayordomos, funerales, novenarios y días de muertos. Comparando el papel que desempeñan, en algunos lugares, los mezos, cantores o rezanderos cobran cierta cantidad económica por el trabajo realizado o también se les compensa en especie (pan, atole, tamales, mole, pollo, bebida, fruta).
Los Tianguis
En las festividades religiosas que se realizan en el territorio guerrerense, el comercio se realiza en los llamados tianguis o ferias regionales, que aglutinan a comunidades entorno a la veneración de los santos patronos. En los tianguis se ofrecen productos agrícolas y artesanales.
En estos espacios comerciales donde el dinero determina la compra, es posible aún encontrar acciones de intercambio de productos de las cosechas (maíz, frijol, semilla de calabaza, quelites) a través del mecanismo conocido comúnmente como trueque, es una forma de obtener otros productos. Se observa como la gente cambia maíz por frijol, semillas por garbanzo o frutas; e incluso por animales como pollos o guajolotes. Asimismo buscan acciones de intercambio con los vendedores foráneos con los cuales obtienen principalmente calzado o ropa.
En las poblaciones indígenas el trueque en los días de tianguis se ha convertido en una alternativa, debido a la poca venta de las mercancías que se ofrecen o a la falta del dinero, entonces se logra obtenerlos vía directa de producto por producto.
En los tianguis no sólo se intercambian y venden productos; también se establecen relaciones interétnicas, entre indígenas y mestizos, entre vendedores y compradores que asisten, se establecen vínculos de compadrazgos, o amistad; el tianguis se convierte en un espacio de convivencia, donde familias enteras se concentran, interactúan con las demás personas y ocasionalmente se reencuentra al amigo o compañero que en muchos años no se había saludado.
Generalmente los tianguis se establecen de manera regional, por su origen y persistencia han adquirido importancia. En Guerrero destaca “el tianguis de Chilapa”, que se ubica en la región centro del Estado, la venta de productos se realiza a partir del día sábado y domingo, siendo este último día donde se da una mayor concentración de vendedores y compradores que de algunas regiones asisten. Dentro de los productos que se pueden encontrar son: maíz, frijol, semillas de calabaza, chiles, hortalizas, petates, alfarería, herrería, artesanías, leña, carbón, alimentos, vestidos tradicionales, muebles, plásticos, cestería, ganado, aves, entre otros.
En la región de la montaña, el tianguis que concentra una mayor población es el de Tlapa, en el confluyen nahuas, mixtecos, tlapanecos y mestizos, los días en que se realiza son los días sábados y domingos; los vendedores se ubican en la parte alta del cauce del río Jale, hasta las calles del centro, en este tianguis esta muy marcada la venta de productos por parte de los grupos étnicos que participan, por ejemplo los nahuas son los que traen verduras, quelites, productos de alfarería y chivos; los tlapanecos comercializan frutas como el durazno, peras, membrillos, pomarrosas, granadillas y plátanos; por su parte los mixtecos venden fruta que la compran en los camiones procedentes del estado de Puebla y Veracruz, también traen pollos, guajolotes; muchos de estos productos son adquiridos para las celebraciones de las fiestas patronales de la región.
En la Costa Chica, los tianguis de Ometepec y Ayutla se realizan los días domingos, en el primero se concentran amuzgos, tlapanecos, mixtecos y mestizos; en el segundo se concentran amuzgos, tlapanecos, mixtecos, afromestizos y mestizos, en ambos se encuentran productos tales como frutas, verduras, alfarería, productos artesanales y ganaderos.
Bailes Populares
Dentro de las festividades religiosas, bodas, bautizos entre otras, en las siete regiones de nuestro estado de Guerrero se llevan acabo los bailes populares como parte de una manifestación popular del pueblo, donde se genera la convivencia con los familiares y amigos, así como entre comunidades vecinas quienes asisten a las fiestas y después de cumplir con el mandamiento religioso, por la noche la gente se divierte asistiendo a los bailes populares que las autoridades comunitarias organizan, aprovechando la asistencia de la gente que visita al santo festejado. Los bailes populares son una expresión que permite la socialización de la gente estrechando los lazos comunitarios.
Pirotecnia
La pirotecnia, es otro de los elementos que como es del conocimiento su origen está relacionado con la invención de la pólvora en China, y que los mexicanos hemos adoptado e incorporado por sus diversas reacciones (explosivas, chispas, humos o llamas, etc.), en la celebración de las diferentes festividades cívicas, religiosas, artísticas, etc. En México existen varios lugares reconocidos por la elaboración de este trabajo, por ejemplo: Tultepec, Zumpango y Tlalchichilpan estado de México.
En nuestra entidad guerrerense existen pueblos famosos que realizan este trabajo, haciendo verdaderas obras de arte a través de la pirotecnia. De entre estos destacan Tixtla de Guerrero, Apango (Mártir de Cuilapan), Tlapehuala, Cochoapa (Ometepec), Acapetlahuaya (Gral. Canuto A Neri), Tenamazapa (Tlacoapa), y Potoichán (Copanatoyac), Chiepetlán en el municipio de Tlapa; de manera manual preparan la pólvora para elaborar cohetes, cámaras, cohetones, bombas, toritos, castillos, etc.
Estos fuegos pirotécnicos forman parte de ese sincretismo religioso que la población ha considerado importante en las festividades religiosas, porque son los que le dan alegría, lucidez y realce a la festividad del “pueblo”. La pirotecnia es empleada de la siguiente manera: los cohetes son los más utilizados por la mayoría de las comunidades, desde que inicia la novena, rosario o rezos del “santo festejado”; y sobre todo cuando es el mero día de la fiesta, desde la madrugada, se oyen las explosiones de cohetes y cámaras, anunciando que el pueblo está de fiesta.
Los toritos con luces de colores es otro producto explosivo que como su nombre lo indica, es elaborado con vara o carrizo, cartón o petate, en forma de toro que por dentro de este armazón esta hueco, en donde la persona mete la cabeza y es agarrado con las manos para hacer los movimientos y bailar al compás de la música (melodía especial de cada lugar).
Otro dispositivo que contiene efectos visuales, sonoros y explosivos son los castillos, que en la mayoría de las comunidades los queman en la víspera o en el mero día del “santo festejado”; el que utilizan es el castillo tradicional, el que por base lleva un morillo y cuadros o cajones de vara o carrizo.
Generalmente, estos fuegos artificiales son quemados por la noche, y después de ello se prosigue para concluir la festividad con el baile popular. Esta tradición pirotécnica está muy arraigada, sin ella, se dice que la fiesta no estuvo “buena” o bonita; es por ello que en algunos lugares la población se compromete a cooperar para comprarlos. En lugares donde no se realiza este trabajo los traen de otras regiones o estados como es el caso del famoso lugar de Tultepec, estado de México.
Los Jaripeos
Otro de los elementos sociales que esta ligado a las fiestas religiosas o ferias regionales, es el jaripeo o la corrida de toros. “Una corrida de toros nunca se realiza de manera aislada, porque ésta es una de las distracciones que se integra de una forma global a los festejos religiosos de una comunidad a excepción de las ferias comerciales actuales. Conforma un conjunto de elementos que posibilitan la asistencia de un buen número de gente por diversos motivos: los puestos, la mercancía, la comida, las artesanías, objetos de trabajo (machetes, sombreros, etc.), bienes suntuarios, golosinas, los bailes, las misas, las danzas, las peregrinaciones, etc., que encumbran el comercio regional y las relaciones interétnicas o inter-comunidades”.
“La existencia de un jaripeo requiere necesariamente de la presencia de 5 a 10 toros que se “juegan durante una tarde (para las tardes posteriores se consiguen toros diferentes), la contratación de una palomilla” (grupo de jinetes y toreros), la música de viento o de chile frito, los ayudantes (los que están en la entrada del toril, los que acarrean el ganado, los que los lazan y los tiran y, los que después de las “jugadas” los dirigen de regreso a los lugares de origen o donde aposentan), los espectadores y toda una comitiva que se encarga de organizar el evento general” . Un aspecto que se incorpora recientemente es la presencia de un narrador o “cronista”, personaje que además de dar los pormenores de la monta, ameniza y le da un carácter alegre a la fiesta.
Los jaripeos son uno de los tantos espectáculos que están ligados a las fiestas patronales, regularmente en donde existen zonas ganaderas como la región Norte, Centro, Tierra Caliente, Costa Grande y Costa Chica.
En la región de la Montaña los jaripeos tienen un significado comunitario, ya que “las corridas” la organizan con ganado de la misma comunidad o algún lugar vecino que es el invitado precisamente para llevar los toros que serán montados.
De entre los cargos comunitarios para los jaripeos se nombran los padrinos de corral, encargados de convocar a los hombres del pueblo para que acarren la madera y construyan el corral; también se nombran los padrinos de “ponche”, estos preparan “el ponche” o “caliente” que reparten de manera gratuita a toda la gente que asiste al jaripeo; y finalmente también las autoridades nombran a las madrinas que llevan los regalos que son entregados a los montadores que llegan a dominar el toro durante la monta.
Carreras de Caballos
Durante la conquista de los españoles a tierras mexicanas, dejaron una serie de expresiones propias de la religión que con el tiempo se adoptaron como costumbres, una de ellas es la tradicional fiesta en honor a Santiago apóstol, en diferentes comunidades del estado de Guerrero se llevan a cabo festividades para venerar a esta imagen.
Esta fiesta la celebran con diversas actividades, una de ellas son las carreras de caballos, donde los jinetes o montadores hacen competencias para ver quien es el mejor montador, para esto los organizadores buscan las madrinas quienes se encargan de dar los premios; en algunas comunidades de la Costa Chica las carreras de caballos las realizan arrancándole, la cabeza al gallo o gato vivo, este lo cuelgan a media calle; el gallo enterrado únicamente le sobresale la cabeza el cual los jinetes lo alcanzaran hasta sacarlo; también organizan carreras de caballos, simplemente para apostar que sin festejar algún acontecimiento obtienen algún pago. En Zapotitlán Tablas región de la Montaña, en la fiesta del Señor Santiago organizan la carrera de cintas y el gallo despescuezado.
Peleas de Gallos
“Espectáculo antiquísimo que se remonta a los tiempos en que florecieron las grandes civilizaciones. Se considera que las primeras peleas de gallos organizadas por el hombre se efectuaron en la India, de ahí pasaron a China, de donde se esparcieron por todo el mundo llevadas por los viajeros orientales y de otras partes; en lo que respecta a nuestro continente americano fueron introducidas por los españoles.
Según datos obtenidos, la primera pelea de gallos que hubo en México se realizó el sábado de gloria de 1519, después de la misa de gloria y teniendo como escenario la playa que se extiende en Veracruz frente a San Juan de Ulúa.
Desde que se realizó aquella primera pelea en Veracruz, la afición por los gallos ha sido permanente, extendiéndose por el territorio nacional. El arraigo en el gusto de los gallos de la gente se da sin distinción de nivel económico o cultural”.
En la actualidad este espectáculo se encuentra fuertemente arraigado en el gusto de muchos guerrerense, convirtiéndose como parte de la tradición en los festejos religiosos, en donde “los galleros” preparan previamente a sus aves para ganar el combate. En algunos lugares la organización de las peleas, está a cargo de personas que integran las mayordomías religiosas, los cuales nombran a un comité que se encarga de organizar las “peleas de compromiso”. Un mes antes de la festividad, las personas que tienen gallos aptos para la pelea, acuden con el comité para que los apoyen con recursos económicos y sufragar los gastos generados en alimentos, vitaminas y entrenamiento del gallo, además el día de la pelea el comité le apuesta una cierta cantidad al gallo registrado con anterioridad y el público asistente puede apostar según su criterio.
El día de la pelea, también pueden participar gallos que no se registraron en el comité religioso, solo que la persona que lo representa debe depositar su apuesta en efectivo, asimismo puede participar las personas del público asistente.
Al término de la pelea, el gallo que logre sobrevivir es el ganador, llevándose todo el recurso económico de la apuesta, el dinero es repartido al doble de la cantidad que apostó cada persona. En algunas ocasiones existen conflictos entre los contrincantes, ya que no reconocen al representante del gallo como triunfante y llegan a enfrentamientos, hasta cometen homicidios, debido a ello en algunos municipios las autoridades municipales han prohibido realizar este tipo de eventos.
Las personas que quieren presenciar las peleas, tienen que pagar al comité el acceso, ya que este evento se lleva a cabo en lugares improvisados cerrados y se requiere para su celebración un permiso por escrito, expedido por la autoridad municipal. En su interior venden cerveza, cigarros, y antojitos. Las ganancias obtenidas por las ventas y entradas son para cubrir parte de los gastos generados durante la festividad.
Vestimenta Tradicional en las Fiestas
Cada ciudad, pueblo, comunidad o barrio tiene una estructura étnica, social, histórica, cultural y económica, que por costumbre y tradición sus habitantes realizan una serie de festejos religiosos con diferentes características muy propias que identifica a los grupos nahua, mixteco, tlapaneco y amuzgo. Uno de los aspectos culturales de estas celebraciones, en el caso de las mujeres y los hombres, es que conservan aún su vestimenta típica que las lucen en las fiestas populares.
La mujer amuzga cuando luce su traje tradicional, utiliza el huipil de acuerdo a las fechas y al acontecimiento; por ejemplo, los tonos negros los utiliza en sepelios, días de muertos y la fecha movible del viernes santo o de la pasión de Cristo; los tonos blancos los porta, tanto en el hombre como la mujer para las bodas tradicionales, sin una fecha específica. Los tonos coloridos sobresalen en los trajes de gala para las restantes fiestas patronales como san Sebastián, Santiago apóstol y san Miguel arcángel que son las festividades de más relevancia. Algo similar sucede para las fiestas importantes de la región mixteca.
El traje de acateca se luce en Zitlala y Acatlán en las fiestas más relevantes, sobre todo los días 2 y 3 de mayo durante la petición de lluvias en el cerro del Cruzco, y el día 5 del mismo mes en la pelea de tigres, y muy esporádicamente el 12 de diciembre durante la celebración a la virgen de Guadalupe.
Ferias
Las ferias se pueden considerar dentro del marco económico; sin embargo son importantes por la interrelación cultural y económica que se entreteje durante su desarrollo. En el Estado podemos mencionar algunas de las más importantes que se celebran durante el trascurso del año. La feria de navidad y año nuevo en Chilpancingo celebrada en los últimos días de diciembre y primeros de enero de cada año; la feria de la Candelaria en la ciudad de Zumpango del Río, municipio de Lic. Eduardo Neri; la feria de la bandera que se lleva a cabo en la ciudad de Iguala de la Independencia en el marco de la celebración del día de la bandera; la feria del tercer viernes en Xalpatlahuac en la región de la Montaña; en Arcelia en el mes de enero se hace una feria comercial al igual que en Ajuchitlán del Progreso y san Antonio de las Huertas, municipio de Tlapehuala se hacen las ferias del mango en los tiempos de la semana santa, aunque no enmarcada en esta festividad; en Tlapehuala en el mes de noviembre se realiza la feria del sombrero y en Ciudad Altamirano, municipio de Pungarabato en este mismo mes se desarrolla la Expo Agrícola ganadera y en san Lucas, Michoacán en febrero se celebra una feria religiosa donde interactúan los calentanos de Guerrero, Michoacán y Estado de México.
En Acapetlahuaya, municipio de Gral. Canuto A. Neri se lleva a cabo la feria del atole el 20 de noviembre y en los meses de octubre o noviembre en Ixcapuzalco, municipio de Pedro Asencio se hace la feria del queso. En Taxco de Alarcón se hace la feria de la plata. De acuerdo a la información es en las regiones Centro, Norte y Tierra Caliente donde se llevan a cabo las ferias comerciales. Aunque en la región de la Montaña en los municipios de Alpuyeca y Huamuxtitlán se llevaba a cabo la feria del mamey, no obstante en la actualidad no tenemos conocimiento si se continúa haciendo; para la Costa Grande en Atoyac de Álvarez se realiza la feria del café en el marco de la semana santa.
Fiestas Cívicas
Las fiestas cívicas más importantes que se celebran en nuestro Estado son las del 15 y 16 de septiembre, en comunidades como Maxela, municipio de Tepecoacuilco, en la región Norte. En Coaxtlahuacán, municipio de Mochitlán en la región Centro se escenifica ese acontecimiento histórico. Otras comunidades como Tlacuitlapa, Coatepec Costales del municipio de Teloloapan en la región norte también se hacen estas representaciones al igual que Chilacachapa, municipio Cuetzala del Progreso se hace una representación teatral durante los días del 8 al 12 de octubre de cada año. En este lugar la festividad se hace en grande y asisten ciudadanos de las comunidades circunvecinas. Se realiza la escenificación del grito de Dolores, la aprehensión de los héroes de la independencia, y los enfrentamientos entre los ejércitos realistas e insurgentes, para ello seleccionan a las señoritas que representan a la Josefa y a las Américas, así como a los hombres que representan a Hidalgo, Allende, Aldama y Armijo entre otros; en las demás comunidades visten también a la Josefa y a los diversos personajes de la independencia, todos ellos montados a caballo.

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